Buscando rastros del mar seco,
Imagino una orilla que aún he de ver.
“Si mi corazón hubiera permanecido atrapado,
Jamás hubiera podido conocer este dolor.”
Qué maravillosas palabras dijo alguien una vez.
Sin ni siquiera esperar el amanecer, nadamos más allá del final.
La canción de los insectos no durmió.
Un recuerdo que escuché junto a ti.
Solo con juntar las manos,
Hasta en un color incompleto… o en un país lejano…
Este sueño nació de un capítulo momentáneo.
Conque vayamos a abrazarlo.
No podemos seguir siendo como niños para siempre,
Ignorantes del conocimiento
Cuando algún día todos nos fundiremos,
Y nos volveremos una parte de este mundo.
Como un retoño diminuto,
Nos hacemos una bola, para sentirnos más seguros.
Rezamos por nada
Más que dormir…
Estamos en medio del tiempo y un jardín abandonado que con el tiempo se vendrá abajo.
Sin medios de detenerlo, simplemente viviré este momento contigo.
Agarrándonos las manos con fuerza,
Podemos escoger cualquier puerta que nos plazca.
Con ojos decididos, miramos adelante. Sonreímos.
Esa imagen de nosotros lo es todo.
“Escucha con atención. Se oye la marea…”