El viento que atraviesa las calles
Lleva un aroma desconocido.
La soledad se acumula en las esquinas de las calles
Nos cogemos de la mano y emprendemos un viaje hacia el cielo.
¿Qué me espera más allá del cielo, oculto por las nubes?
Seguro que
Un mundo que no conozco se despliega ahí fuera,
Así que me dirigiré a algún lugar lejano, diferente de este, allá donde soñé ese día.
Un puente irisado nos conecta con el mañana:
Fijo mi mirada en lo que yace más allá de la noche y echo a correr.
Me siento como si fuera a tropezar con el ayer,
Pero ya no volveré a mirar atrás.
Los colores del crepúsculo borrosos por mis lágrimas,
Los colores de mí misma, buscando el futuro.
Si abro la puerta sin miedo,
Todos me estarán esperando.
Si miro adelante y empiezo a caminar,
El paisaje transcurre más rápido que ayer.
Fijo mi mirada en lo que yace más allá de las nubes,
Y las sombras se funden en el cielo rojizo.
¿Adónde se esconde el paisaje que desconozco?
Me pregunto si se me permite creer que las respuestas que buscaba están ahí.
Antes de que la pequeña esperanza nacida en aquel día se desvanezca…
Los colores que encontré en mí,
Los colores que fingí no sentir.
Tiendo mis manos como si pudiera perseguir
Las grietas en las nubes que parecen a punto de llorar.
Acarreo mis deseos para el mañana hacia el cielo,
Los sueños rebosan de ambas manos.
Cumplamos esos sueños todos juntos,
Dirijamos nuestras esperanzas,
Hacia el cielo del crepúsculo,
Hacia el cielo con los colores del mañana,
Hacia el cielo…