Mi voz, clamando, “Por favor, encuéntrame”,
Se convirtió en una estrella fugaz para alcanzarte.
Estaba caminando, perdiéndome,
Siguiendo camino tras camino sin darme cuenta de que me estaba separando.
Es tan aterrador cometer un error;
Siempre estaba llorando, nunca tomando decisiones.
En este mundo solo existe uno,
El hecho de que nos conocimos es una tormenta de milagros, ¡y no me arrepiento de nada!
La luz que llena todo mi cuerpo ahora,
Te busca por la punta de mis dedos, corriendo salvajemente−
Mis lágrimas ya se han derramado
Convirtiéndose en gemas preciosas.
El sonido que el cabello suelto hace−
Momentos en los que no pasa nada pueden ser realmente tan tranquilos.
Tomados de la mano y compartiendo palabras,
Juntos, traigamos color a todo el espacio en blanco anterior.
Gentilmente uno al lado del otro mientras miramos al cielo,
Se estaba dibujando una órbita directa: nuestros sentimientos de aquel día.
Ahora que el viaje de nuestra nave espacial ha terminado,
Flota suavemente en la Vía Láctea;
Seguramente se convertirá en la estrella de alguien,
Lloviendo esperanza con luz eterna.
Aún si tuviera que ver un cielo diferente,
Nuestros corazones permanecerían conectados.
Incluso desde rincones opuestos del espacio,
Todavía sería capaz de encontrarte, ¡así que no me arrepiento de nada!
La luz que llena todo mi cuerpo ahora,
Te busca por la punta de mis dedos.
Seguramente, incluso decenas de miles de años luz a partir de ahora, te alcanzaré … convirtiéndome en una estrella fugaz,
Para llegar a donde estás.