Digo adiós a tu recuerdo.
La persona tímida sentada a mi lado
Se sonrojaba cada vez que le decía “Gracias”.
Juntos, nos inventamos una expresión secreta.
Aunque estemos separados, seguro que la reconocería al instante.
Si algún día podemos volver a encontrarnos,
Esperaré que esta sencilla carta pueda alcanzarte.
Ahh, pero tú ni te molestas en leerla.
¿Cómo es que la dejas allí encima sin más?
Digo adiós a tu recuerdo.
Tu larga cabellera te esconde las mejillas,
Conque me cuesta leerte.
Pese a que solía conocerte mejor que nadie…
Ya no estás allí, sentado junto a mí.
Esparcidamente conectados, recuerdos lejanos
Carecían de una parte acá y acullá. Les faltaba algo…
Nunca deberíamos haber olvidado
Las palabras que dijimos entonces,
Pero lo hicimos…
Traspasado por tu mirada madura,
Mi corazón azorado parece a punto de salir flotando.
Ahh, odio ser así,
Tan pueril en todo.
Tu cara me impresiona mientras te miro de lado,
Viéndote sonreír de un modo que nunca antes había atisbado.
Pareces alguien de un mundo paralelo.
Con el tiempo que paso mirando las musarañas,
Tú sigues caminando aún más lejos.
Oigo mis pasos en pos de ti desde atrás.
Me detengo allí donde estoy un momento.
Tus labios trazan la forma más pequeña
Y en un abrir y cerrar de ojos, crucé un puente para conectar nuestro tiempo.
Tú ya no estás allí, sentado junto a mí.
Ahora eres un adulto, totalmente solo.
Digo adiós a tu recuerdo.
El cabello largo te sienta genial.
Me da algo de vergüenza,
Pero quiero conocerte mejor que nadie…
Así que, ¿puedo sentarme a tu lado?