Cuando hoy vuelvo a abrir los ojos,
Oigo los cantos de las cigarras y tu respiración durmiente.
De ninguna manera esta relación podría seguir para siempre, ¿no?
Pero al menos hasta que termine el verano…
Seguro que tú probablemente piensas lo mismo,
Aquí, dentro de esta habitación húmeda y tétrica.
Quiero estar siempre aquí.
Pero no puedo hacer eso, ¿cierto?
Conque, ahora mismo,
Me despediré de mi amante veraniego. Seré yo la que diga adiós.
Aunque las estaciones giren y vuelva otra vez el verano,
Probablemente a ninguno de los dos van a encontrarnos aquí.
Seguro que seré yo la que llore, pero seré yo la que diga adiós.
No tengo remedio.
Me detengo en una tienda de conveniencia destartalada, y no uso más que calderilla para unos helados.
Tú siempre compras el sorbete más barato que tienen.
En el parque, unos chiquillos con vacaciones de verano juegan. Los observo un rato,
Pero sigo de vuelta a esa húmeda y tétrica habitación.
De verdad que no quiero volverme adulta…
Yo quiero ser siempre una niña.
Pero no puedo hacer eso, ¿cierto?
Conque, ahora mismo…
Oigo otra voz en mi interior, que intenta detenerme.
“¿No pueden quedarse así las cosas?
Podrías quedarte atrapada dentro de este verano,
¡Y no ser nunca adulta por el resto de tu vida!”
Me despediré de mi amante veraniego. Seré yo la que diga adiós.
Aunque las estaciones giren y vuelva otra vez el verano,
Probablemente a ninguno de los dos van a encontrarnos aquí.
Seguro que seré yo la que llore, pero seré yo la que diga adiós.
No tengo remedio.