Las estaciones se extinguen, una tras otra; gritos de aullidos de destrucción en el viento…
Un hombre susceptible a los encantos de la ciudad mira hacia la luna y se da cuenta cuan brutal es todo esto.
Entre una vida cotidiana obstaculizada por el lodo, la propia lluvia sabe a alcohol;
Con ojos llenos de apatía mientras ellos deambulan por la ciudad, inocentes se congregan en frente de la estación, actuando sospechosamente.
En orden para defender el inestable hecho de que yo soy “yo”, es como si mi semi-transparente sombra ha vuelto a la vida.
Si fuera a cantar en la lluvia, ¿las nubes se separarían? Mi vida está toda seca en el medio de este bullicioso verano.
¡Mi Estimado Repugnante Pasado, a ti te ofrezco este poema de despedida!
Tengo que echar los restos de estos días que no pueden empeorar aún más, estos terribles sueños, aún si me mata.
En la otra vida, una flor florecerá para recitarte un poema de transición;
Una canción llena de sufrimiento, de la cual afligirse y quejarse, pero nunca para extinguirse… incluso si está hambrienta de luz del sol.
Los mañanas se extinguen, uno tras otro; incluso si estas apresurado, los extrañarás mientras ellos se convierten en pasado,
Pero para nosotros quienes nos apresuramos a través de la vida, nuestras llamas son volubles, y siempre estamos añadiendo significado después del hecho.
En orden para defender el inestable hecho de que tú eres “tú”, tu inconsistente ego se aventura a despreciarte;
Si fueras simplemente capaz de cantar, ¿la oscuridad se desvanecería? Tu vida ha sido dejada a un sueño podrido en el corazón.
¡Mi Estimado Repugnante Pasado, a ti te ofrezco este poema de despedida!
Tengo que echar los restos de estos días que no pueden empeorar aún más, estos terribles sueños, aún si me mata.
En la otra vida, una flor florecerá para recitarte un poema de transición;
Una canción llena de sufrimiento, de la cual afligirse y quejarse, pero nunca para extinguirse… incluso si está hambrienta de luz del sol.
Con una cansada expresión, cojeando; entrecerrar los ojos al atardecer reflejado…
Pasamos algún un tiempo preguntándonos si deberíamos ir o volver. Estoy seguro que enfrentaremos dificultades… pero después la escasa indecisión, nos enderezamos y avanzamos.
¡Eso es, tenemos que ir! ¡Aún sin nada, tenemos que seguir viviendo!
Después de todo, nuestras vidas fueron solo recogidas a lo largo del camino – las dejaremos aquí mientras proseguimos, que pequeñas son.
Estimado Lejano Pasado Sobre El Cual Reflexiono, a ti te ofrezco este poema de nostalgia;
Si pienso en días que no pueden empeorar aún más, esos terribles sueños, ¡pareces muy lejana!
Nuestras flores se marchitarán algún día, nuestras vidas retornarán al círculo de la vida;
Una canción llena de sufrimiento, de la cual afligirse y quejarse, pero nunca para extinguirse… incluso si esta hambrienta de luz del sol.
Las estaciones reviven, una tras otra.