Cayendo con angustia y arrepentimiento
Esta lluvia nocturna es rememorativa de ti.
Pero, así que cesa, nada permanece, se desvanece cual rocío matinal.
La mano que creía que estaba en la mía,
La envuelve un aire frío.
Pero si dispongo del mando de un viento para reunir la calidez…
Tomaré nuestra promesa de aquella vez,
Y antes de que la próxima estrella complete su círculo,
Abrazaré tu recuerdo, deteniéndome sola en este lugar irrealizado.
Observando cada distancia…
En las secas profundidades,
Tu aroma acecha.
Aunque acabará por desleírse en la oscuridad.
Mi deseo es siempre el mismo.
Si algún día puede cumplirse,
Veré cuán alto me puede llevar el viento.
Nuestra promesa de aquella vez
Sigue llamándome incluso ahora.
Aunque olvidara tu aroma,
El viento venidero me lo recordará,
Empapándome de congoja.
Quiero entregar mi corazón a esta cicatriz que se extiende incesantemente,
Pero cuanto más sopla viento,
Más la reminiscencia es mi única ancla.
Abrazada por la promesa de aquella vez
Y mi recuerdo de ti,
Dormiré aquí sola, observando cada distancia.
Si puedo volver a verte algún día,
Quiero otra promesa.
Aunque observe cada distancia sola, seguro que puedo seguir adelante,
Hacia un futuro distante contigo.