A las tres de la madrugada, en un restaurante familiar
Las máquinas expendedoras son amables
Con mi libreta abierta aún bien blanca
Vuelvo a casa cada día
Deja que me disculpe por sentirme frustrada
Aunque se suponga que soy una adulta
Tan solo unas pocas palabras de mi juego abierto
Se disuelven en la mañana
Sé que debo hacerlo
“Si lo intentas, podrás”
Pero no creo que tenga lo que hay que tener
No sueñes, pasado tanto tiempo
No hagas promesas que no puedas asegurar
No te lo digo a ti
Me lo grito a mí misma
No huyas—si no huyes
Estarás a primera línea
En un tren abarrotado, una mujer
Mece a su niño que llora y chilla
Se parecía a mi antigua compañera de armas
Que se había retirado y casado
Tú siempre hablabas de tus sueños
Siempre pensando
Que algo se interponía en tu camino
¿Si persigues un sueño inalterable
Seguro que va a llevarte a una vida sin arrepentimientos?
Tú reíste, diciendo
Que si tienes alguien a quien proteger
Por cuyo bien vivas tu vida
No puede ser que tu elección esté equivocada
¿Ya puedo seguir así?
Me pregunto a mí misma
Pese a todo, yo sueño
Que este es el único lugar al que pertenezco
Aquellos que adelantan a los que tienen al lado
Aquellos que se van a algún lugar distante
Todos se van alejando
Hacia sus propias primeras líneas