Observé el cielo de manera exagerada… desconfiadamente, de puntillas.
Sobre una partitura de blanco puro, te dibujé una vez más.
Las canciones que hemos cantado, sintiendo soplar el viento…
¿Podemos cantar también? Mas se desvanecieron al instante…
¿Dónde se ha ido el tono de ese día?
Las notas conectadas por mi voz temblorosa
No dejaron más que mis recuerdos sobre la página.
Aunque alguien se ría y diga que es una canción típica…
Dondequiera que estés ahora, te doy todo mi tono.
Llevando torpemente la guitarra en el hombro, rompí a correr un día de verano.
Todavía ahora, estos acordes no aciertan su blanco… no dejan más que su resonancia.
Las canciones que hemos cantado, todas y cada una…
Aún canto sola… y esos amados sentimientos
Me llaman desde la lejanía incesantemente.
Aunque los sonidos superpuestos pierdan su significado,
Esas melodías que permanecen jóvenes y puras
Alcanzarán algún día tu soledad.
Siempre que estás solo, te encuentro entre los pedazos rasgados.
Si cierro los ojos dulcemente, y escucho con atención,
Hay sonidos a mi alrededor que puedo oír inmediatamente.
Conque, ¡hasta siempre, días de verano! ¡Hasta siempre, largas noches!
Aunque mi manera de cantar hace tiempo que cambió…
Las notas conectadas por mi voz temblorosa
No dejaron más que mis recuerdos en la página.
Aunque alguien se ría y diga que es una canción típica…
Dondequiera que estés ahora, te doy todo mi tono.